¿¿No dicen que no hay mal que por bien no venga??
Pues esto, a pesar de que me cuido como una mala cosa (bien, en este caso, buena), no ser cómo , pero la vida me ha regalado una gastroenteritis en toda regla: diarrea de nunca acabar (¡¡¡¡CUÁNTOS LITROS DE HECES CABEN EN EL TUBO DIGESTIVO!!!! ¡¡¡¡POR DIOS!!!!), un agotamiento físico y mental que no veas y también un proceso febril para redondear el tema.
¡¡¡Pues ala!!! ¡¡¡A poner la máquina integrativa en marcha!!!
Primero, agua con limón, azúcar y un poco de sal las primeras horas y después ya un poco de arroz con pescado blanco con unas hojas de laurel, combinado por las cenas con unas fantásticas tostadas de pan blanco con ajo (por aquello de que es antibiótico, antifúngico y antivírico), con un poco de aceite de oliva y una punta de sal marina.
Y para desayunar, unas tostadas con membrillo (¡¡¡ME HA HECHO UNA ILUSIÓN!!! ¡¡¡HACÍA TANTO DE TIEMPO QUE NO COMÍA!!!! Ahora creo que comeré más a menudo, y no me esperaré a tener diarrea, ¡¡¡que está buenísimo!!!).
Pero hoy...., me he hecho una sopita..... ¡¡¡¡Mmmmmmmmmmmmmmmmm!!!!
Ingredientes:
•Agua
•Agua de mar (un poco, que no sea nunca más de 1/3 de la cantidad de agua total)
•Puerro
•Fideos (unos pocos)
•Un par de ajos
•Un par de huevos (de granja, eso sí, ¿eh?)
•1/2 dado de potenciador de sabor, pero de estos naturales de verduras.
•Un poco de hierbas provenzales.
¡¡¡Y ala!!!, todo a la olla a hervir 10 minutos ¡¡¡¡y a comer!!!!
¡¡¡¡MMMMMMMMM!!!! ¡¡¡¡ESTABA BUENÍSIMA!!!! Y además, ¡¡¡¡me ha sentado de narices!!!!
Bien fácil y rápido, ¿¿¿no???
Pues ya lo sabéis, ¡¡¡¡espero que nunca os haga falta!!!!
